¡Cómo decía mi abuelita!
Por Víctor Torres
“Dime de Dónde Vienes y te Diré Quién Eres” …
Ahora
resulta que los problemas del Instituto Mexicano del Seguro Social no sólo en
el Sur, sino en Tamaulipas, obedece a una nueva administración federal y a un
solo personaje, tal es así que representantes sindicales y trabajadores se
inconformaron, protestaron y demás contra el delegado del IMSS, Fernando López
Gómez.
Los
representantes sindicales emprendieron manifestaciones y dijeron que “trabajaran
bajo protesta” (pues, cuándo han trabajado), de risa su manifestación, en el
entendido que su desempeño en los últimos años no ha sido positiva, y si no
basta con preguntar a los cientos de derechohabientes que acuden a diario a
solicitar consulta en medicina familiar, urgencias y medicamento.
Y
en donde te encuentras a la típica recepcionista que contesta de mala manera y
otorga la cita con el especialista un año después, - tienes que ser pariente o
amigo de alguien para que la programe lo más pronto posible -, a la enfermera
prepotente, al guardia de seguridad que se cree el director, al doctor
faltista, al camillero que sólo realiza su función a medias. Sin tomar en
cuenta otras deficiencias e irregularidades cometidas por el personal de dicho
instituto.
“Trabajar”,
es algo que gran parte del personal del instituto no hace, ni hará, pues, no
sólo prevalece el nepotismo, sino el compadrazgo y la familia y, por ende,
todos se cubren entre sí.
Bueno,
regresando al tema, la protesta contra el delegado Fernando López, ya se venía,
pues, aparentemente, los empleados, no estaban conforme con las medidas
impuestas o bien, los procedimientos y buscaban un mínimo error para proceder,
como lo hicieron. En nuestro país, nadie es culpable, hasta que se demuestre lo
contrario y por ende, los señalamientos por supuesta anomalía, deberá ser
comprobada y aplicarse las sanciones.
Cuenta
la historia que cierto día llegó un joven forastero a un pueblo algo
desorientado, y con mucho respeto se le acercó y le preguntó: - Buenos días
señor, nunca he venido por estos lugares y quisiera saber… ¿Cómo son los
habitantes de este lugar?
El
anciano con amabilidad le respondió con otra pregunta: - Dime muchacho, ¿Cómo
eran los habitantes de la ciudad de la que vienes?
-
Uf! La gente allá era muy egoísta, mentirosos y malvados; realmente no quisiera
volver a ese lugar y es por eso que estoy buscando un mejor lugar para vivir.
Le digo sinceramente: ¡estoy contento de haberme ido de allí!
-
Ah, porque así son los habitantes de este pueblo… -Le respondió el anciano.
La destitución es eminente, pero, hay que
esperar a quien nombrarán en el cargo… Y ¡Cómo decía mi abuelita!... “Dime de
Dónde Vienes y te Diré Quién Eres” …