lunes, 6 de mayo de 2019


¡Como decía mi abuelita”


Por Víctor Torres

¡Los mexicanos, somos como los cangrejos!


Decía mi abuelita que, en las manifestaciones o plantones, siempre, uno sale beneficiado, el resto, únicamente sirve de parapeto, pues, muchas de las ocasiones desconocen a que van o bien, cuál es el objetivo de la misma, pero, además que somos como los cangrejos. Y a lo largo del tiempo observas, qué las cosas son reales. No sólo en el ámbito nacional, sino estatal o municipal, todos los que protestan ya sea con mentadas o en silencio, tienen un beneficio personal.

Me comentaba que una vez fue al mercado donde encontró a un señor vendiendo cangrejos vivos en una cubeta. Había 3 cubetas, con cangrejos americanos, cangrejos japoneses y cangrejos mexicanos. De las 3 cubetas, solo la de los cangrejos mexicanos estaba sin tapadera. El vendedor, comentó que, si no tapaba a los cangrejos americanos, empezaba uno a escalar hasta que por esfuerzo propio saltara de la canasta y se escapara… con los cangrejos japoneses. Con los cangrejos japoneses era similar, cuando uno se quiere escapar, empieza a apoyarse en los demás, y éstos van empujándolo hacia arriba apoyados en otros y así sucesivamente, de tal manera que se forma una pirámide hasta el borde y entonces el cangrejo se escapa. Pero, con los cangrejos mexicanos, en cambio, cuando uno está tratando de sobresalir, entre todos se encargan de jalarlo para abajo.

El pasado domingo se realizó una protesta en varios Estados del país, incluso, en Tampico, donde un mínimo grupo de ciudadanos demandaba al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mejores garantías, acabar con la inseguridad, incluso exigían la renuncia… algunas de las leyendas decían: “una nación como México no puede dejar todo en palabrería, necesitamos acciones que vean por todos los mexicanos, que vea por la democracia”. “mejor criterio en la toma de decisiones”. “las calles son de los mexicanos inconformes, vamos a darle”, “sin mentiras AMLO”, “lo que se construye con mentiras, se destruye con el tiempo”, “no más mentiras, no más traiciones, no más corrupción”, entre otras más.

Cuando, leías las pancartas donde algunos ciudadanos pedían la renuncia de AMLO, analizabas y te preguntabas, el por qué, no lo hicieron con EPN, ¿acaso, fue un súper gobierno?... o quiénes actualmente se manifestaron, por qué no lo hicieron con Vicente Fox o Felipe Calderón…  si a ellos, les debemos, los mexicanos y mexicanas la inseguridad en el país… e incluso, muchas otras cosas que atraviesa México, como la corrupción.

Algunas de las manifestaciones fueron encabezadas por empresarios y por el propio Fox, (quien, por cierto, quiere seguir viviendo del erario, no sólo que le regresen su pensión, sino, además, seguir recibiendo los beneficios de la administración federal, haciendo responsable al Presidente, de lo que le pueda ocurrir) … y es aquí, donde los intereses tienen nombre y apellido…

La cuestión es, si los campesinos se manifiestan, son considerados, espurio de la sociedad; si los vendedores se manifiestan, son considerados, lo peor de la sociedad; si los maestros se manifiestan, son calificados, de holgazanes y agresores; si los trabajadores se manifiestan son considerados, irresponsables; si son estudiantes, son considerados, revoltosos. En fin, todos son calificados o descalificados por una parte de la sociedad… Pero, en la marcha en la que participaron miembros de organizaciones, agrupaciones y camarales… como serán considerados... ¿qué tienen el derecho o que su palabra sólo vale?

En fin, el calificativo, no importa, lo que interesa, es saber el trasfondo de las marchas, que, a todas luces, se considera “política”, a sabiendas, que Andrés Manuel, continúa en las preferencias de la ciudadanía y los expresidentes de México, no están muy a gusto con que les hayan quitado su pensión o que los empresarios hayan sido expuestos por la serie de “arreglos” que tenían en lo oscurito. En fin, lo que es un hecho, es que las manifestaciones subirán de tono, esperando que evitar que México, se convierta en un Venezuela… Y ¡Cómo decía mi abuelita!... ¡Los mexicanos, somos como los cangrejos!








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